LA GENEALIDAD ESTA INTIMAMENTE LIGADA A LA LOCURA. w. duarte.

viernes, 9 de marzo de 2012

Aunque pase de todo, no pasa nada


Por mucho tiempo traté de entender lo que Dios hace y ¿por qué lo hace?, y otras veces ¿por qué no hace lo que “debería de hacer”? He tenido esa sensación de una mirada en mi espalda que me dice  ¿qué te crees cuestionando a Dios? Él es DIOS, ¿cómo pretendes que te de cuentas de sus actos siendo una simple mortal?

Medité en Job y sus diálogos delante de Dios en sus momentos de aflicción, y sobre todo en lo que Dios le contesta. Aún así, insistí en mis interrogatorios y monólogos, que sé fueron completamente absurdos, pero necesarios para desahogar mi alma.
En los momentos de lucidez, en que recobraba la cordura y recapacitaba en mis discusiones, terminaba aceptando de buen o mal modo lo que acontecía. Eso nunca significo que ya había entendido lo que Dios “pretendía” con aquel momento de angustia.

Recientemente invertí mi valioso tiempo en leer CUANDO LO QUE DIOS HACE NO TIENE SENTIDO del Dr. James Dobson, en lugar de invertirlo dar oídos a lo que la aflicción me decía. La primera gran noticia es que no soy la única que no le encuentra sentido a lo que Dios hace o no hace. Es normal que no lo entendamos, sabrán Él es Dios y hará lo que tenga que hacer aunque no lo comprendamos. 

Creí por algún tiempo que a lo que en el presente no le encontrara sentido se lo encontraría en el futuro. Pero ahora sé que quizá nunca lo entienda, y que al llegar ante la presencia de mi Padre no perderé el tiempo en esos cuestionamientos puesto que lo más importante será deleitarme en el. Y que posiblemente algunas cosas si sean reveladas a su tiempo y en tronces diré: he allí la razón de aquello que me perturbara en el pasado, sonreiré y seguiré mi camino.

Sé muy bien que siguieran presentándose  esa clase de situaciones en mi vida. Lo que al fin he comprendido es que no importa en qué forma se presenten, las opciones que tengo delante de ellas siempre será 2: me desespero (que es el último escondite del ego) o me abandono en mi Padre y creo en Él y a Él (Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. Salmo 46.10)

No puedo decir que soy una persona paciente, pero allí, en la paciencia, radica mucho del éxito de tan noble tarea de descansar en Jehová. En una ocasión, después de un momento de profunda aflicción, el salmista se expreso de esta manera: pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor (Salmo 40:1). No dice que inmediatamente, después de clamar Jehová Él lo atendió, o que ocurrió lo que esperaba, dice que después de esperar PACIENTEMTE, Él le atendió. 

Una de las definiciones para la paciencia dice que es la virtud de mantener la calma ante la adversidad y los momentos de necesidad. Yo lo interpreto también como esperar a que sea Dios quien actúe y no yo, aún cuando yo tenga muy buenas ideas para salir victoriosa de una crisis, sí puede ser muy buena idea, pero no es lo que Dios quiere hacer. Su plan no siempre va a coincidir con el mío. Quizá cuando yo ruegue por un SI el va a contestar con un rotundo NO. 

No tendrá sentido en ese momento porque para mí la solución es otra. Pero Él es sabio, Él (aunque no me lo parezca) sabe muy bien lo que está haciendo. Es fiel y justo.
Su justicia no da cabida a apelaciones. El no se equivoca. Al comprender eso, es mucho más fácil aceptar que lo que está sucediendo en nuestras vidas (por injusto que nos parezca en ese momento) es la voluntad de Dios. Ahora el cuestionamiento ya no gira alrededor del creador si no de mí. ¿Mi vida esta rendida a sus pies? ¿Estoy confiando en Él? ¿Mi actuar y pensar es congruente con esto? No puedo pretender que Dios me ayude a hacer algo que está mal. No puedo robar hoy e ir a ofrendar mañana diciendo que Dios me prosperó. No nos engañemos Dios no puede ser burlado. Lo mismo que sembremos eso cosecharemos.

Esperaré pacientemente y quitamente para disfrutar al ver actuar a Dios en mi vida, no importa lo que suceda, porque si Dios es quien está al mando, todo saldrá bien. Y como alguna vez me dijera una mujer muy inteligente: Aunque pase de todo, no pasa nada.

jueves, 12 de enero de 2012

SI LAS PIEDRAS HABLARAN

Si las piedras hablaran, ¿se quejarían por estar agrupadas en un pequeño espacio del jardín?

Si las piedras hablaran, ¿gritarían al ser arrojadas al río sin un aparente rumbo o destino?

Si las piedras hablaran, ¿se reirían de todos los que han tropezado con ellas y han caído?

Si las piedras hablaran, ¿discutirían unas con otras para saber cuál es realmente la más preciosa?

Si las piedras hablaran, ¿contarían los secretos que han escuchado en el camino?

Si las piedras hablaran, ¿presumirían constantemente de ser la más dura o la más difícil de encontrar?

Si las piedras hablaran, ¿reprocharían por la fuerte lluvia o por el incandescente sol?

Si las piedras hablaran, ¿se tomarían el tiempo para contar en voz alta cuantas veces han estado en lo alto y cuantas veces han estado en el fondo del montículo?

Si las piedras hablaran, ¿rogarían por ser exhibidas en un museo, por ser poco comunes (en su propio saber claro está)?

Qué bueno que las piedras no hablan, porque serían muy difícil distinguir quien se queja más si los hombres o las piedras.

MEDITEMOS.


viernes, 16 de diciembre de 2011

CONQUISTANDO CIMAS

Todos hemos escuchado o leído la analogía de la vida con respecto a ir en una montaña cuesta arriba.

Definitivamente durante nuestra vida nos toparemos con muchas montañas, algunas serán pequeños montículos otras serán verdaderos riscos. Pero de una o de otra forma tendremos que conquistarla la cima a de cada una de ellas. Montañas a las que le daremos nombre según su género: problemas, angustias, retos, progreso, prosperidad, felicidad, paz, etcétera.

Al llegar al pie de uno de esos enormes montes, en nuestra mente surgen muchas frases: es muy alta, no lo vas a lograr, da la vuelta y regresa, morirás en el intento y mil y una mas dependiendo del premio a alcanzar, al conquistar la cima. En ese momento tenemos 2 opciones subir y conquistar o dar la vuelta y huir.

A pesar de lo que se pueda creer, al dar la vuelta en expedita huida, nos damos cuenta que después de caminar un rato volveremos a toparnos con aquel monte, o un pariente muy cercano quizá hasta mayor. El problema radica en que si no nos atrevemos a conquistar cada cima que se nos pone delante, siempre “SIEMPRE” llegara el día en que regresemos al mismo lugar. No hay forma de huir, en un momento u otro tendremos que superar la prueba.

Nadie dice que una vez iniciada la marcha no abran descansos durante el asenso. Sorprendentemente cada montaña tiene un lugar donde descansar para tomar fuerzas y continuar. Allí podemos acampar cuanto queramos pero en algún momento habrá que reanudar la caminata. Entre menos nos acomodemos es mejor, pronto llegaremos a la cima.

El camino no será fácil pero la recompensa saldrá a la vista al llegar. Plantar la bandera y respirar ese aire de victoria que nos inspira a seguir el camino y conquistar la siguiente.

CONQUISTEMOS LA CIMA TAN PRONTO COMO PODAMOS!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Pintemos

El lienzo a utilizar será nuestra mente. Precisamente ese lugar donde albergamos los recuerdos de las cosas que hemos visto en nuestras vidas. Cada día millones de imágenes son almacenadas en nuestra memoria, a cada minuto nuestro entorno cambia de color, de matiz. Y seguramente según nuestro estado de ánimo nuestra percepción de esas imágenes y colores va cambiando; así serán guardadas.
Las primeras pinceladas son un tanto temerosas, que aparecen en nuestro lienzo al abrir nuestros ojos cada mañana, los primeros colores que vemos son los del tímido rayo de sol que atraviesan la vaporosa cortina que se mese al suave compás del viento. Es una fría mañana de diciembre.
Nuestro cuadro   pretende ser la representación de lo que vivimos. Por un día seremos espectadores de nuestra peculiar forma de ver la vida.  Debemos dar inicio por determinar las ubicaciones de los actores principales del cuadro. Será una persona, un animal, un ser vivo o algún objeto de nuestro afecto. Una vez estamos de pie, de frente al nuevo día, el siguiente paso es dedicar ese día a ese actor principal.
¿Puedes visualizar ese lienzo?
Ahora que se ha determinado quién o qué ocupará el espacio principal en nuestro cuadro, es momento de hacer un esbozo de lo que queremos que esté plasmado en el retablo. Nuestro plan del día, hacia donde queremos llegar que logros queremos alcanzar, las tareas por cumplir. Hecho esto es momento de disponer la paleta de colores y preparar los instrumentos que será los encargados de ayudarnos a llevar a cabo tan delicada tarea, convertir nuestro día en una obra de arte
¿Qué clase de instrumentos necesitamos? ¿Qué gama de colores utilizaremos?
                La única forma de obtener esta respuestas es encontrando la respuesta a una pregunta más ¿Cómo queremos que sea nuestro día? BUENO! ¿Verdad? Ese siempre es nuestro deseo queremos que sea bueno. Entonces los instrumentos que necesitamos están en una única maleta, nuestro corazón.
¿De que está lleno nuestro corazón? Para realizar nuestra obra de arte necesitamos de palabras de aliento, amor, paz, paciencia, benignidad, bondad, templanza, mansedumbre, ¿se te hacen conocidas estas herramientas? Por alguna razón cada día están en nuestra maleta al salir de casa dispuestas a realizar en nuestras manos algo hermoso. Pero por alguna razón ¡desaparecen! Y justo en el momento en que necesitamos de ellas para hacer algún trazos en nuestro lienzo, ¡no están!, y como no las encontramos tomamos lo primero que viene a nuestra mano y hacemos una mancha en el lienzo…. Pareciera que nuestra obra de arte se ha arruinado, pero… aun es muy temprano.
Es un buen momento para hacer un alto en nuestra tarea. Recuerda siempre es posible rescatar una pintura, nunca hay error que no pueda ser reparado. Recuerda, siempre puedes lavar el lienzo y blanquearlo y empezar de nuevo. O Convertir aquella mancha en parte del diseño. Al fin y al cabo todo tropiezo es una oportunidad, si así lo queremos ver.
                Nuestro cuadro es bello desde su inicio, es trabajo nuestro que así permanezca. El cielo es algo muy importante en nuestra pintura, enmarca su contenido y de allí depende si será un cuadro que represente un día luminoso o sombrío. Pero este lo haremos al final pues esto depende de cómo avance nuestro día.
Luego de un tiempo, nuestro lienzo ya no solo un esquema o una agenda de cosas por cumplir. Ya tiene color. Algunas áreas no han quedado tal y como lo propusimos en su inicio pero se han realizado. Estamos esperando la próxima oportunidad para hacerlo mejor. Hay otras que superaron nuestras expectativas, nuestras herramientas estaban justo en el lugar necesario e hicimos buen uso de ellas. Es más le compartimos a nuestro colega pintor, (el también hizo una macha en su precioso cuadro y necesitó de una palabra de aliento para continuar con el). Hay una sonrisa en nuestro rostro.
Aun nos preocupa el cielo. Hacer celajes no es cosa sencilla. Pero si nos esforzamos podemos lograrlo. ¿Cómo hacer el cielo perfecto en nuestro día? Dejémoslo un momento en lo que llega la inspiración. Trabajemos un poco en el entorno de nuestro actor principal.
¿Qué imágenes están a su alrededor y que están haciendo? Son un reflejo de lo que sucede en primera escena o solo son espectadores. Nuestro cuadro necesita movimiento, viveza. Nuestra sonrisa en cada cosa que realizamos deja pequeñas marcas que dejan constancia de su existencia. En nuestro cuadro hay personajes con rostros felices y algunos están cabizbajos. Podemos darle a cada uno de los elementos de nuestro cuadro un toque de luminosidad. Nuestro cuadro ya se ve casi completo.
Ya casi ha terminado el día, y nuestro lienzo está cubierto, excepto el cielo. ¿Cómo fue tu día? De ello depende que cielo pintaremos. Piensa en lo que ocurrió este día, recuerda que las manchas ya fueron aprovechas y son parte del diseño, Quizá si las elimináramos se notaria ese faltante. Así que déjalas. Cierra tus ojos y ve tu lienzo. ¡Qué sorpresa! El cielo ya está pintado… ¿como sucedió esto? ¿Si no tomamos el pincel para realizarlo? Sabes… ese cielo siempre estuvo allí, luminoso y sereno. Tú hiciste tu esbozo, planeaste tu día, pero la realidad es que Dios ya lo tenía dispuesto todo para que fuese un día perfecto.
Muchas veces no logramos ver lo hermoso de cada día, porque a lo largo de él algunas manchas nos empañan el panorama. Pero siempre es bello. Cada sonrisa que compartimos, las que vemos, cada palabra amable, saludo y mirada. Todo es bello.
Dispón tu día, haz planes y sabe Dios es el que está al pendiente de todo. El es el más interesado en que tengas un bello día.

viernes, 2 de diciembre de 2011

MANUAL PARA PADRES


Que levanten la mano los padres que querían que sus hijos al nacer trajesen con ellos un manual debajo del brazo…. Si allí justo al lado del pan…

¡Muchos verdad! Pero ser padres es la mayor aventura de nuestras vidas. La más esforzada, preocupante, extremadamente demandante y sobre todo la de mayor responsabilidad. Pero todo eso se olvida y las fuerzas son renovadas al ver que nuestras angustias y desvelos tienen buenos resultados. Es una tarea de todos los días y cada segundo de ellos. Cada niño es único y por lo tanto la forma en que necesita ser cuidado y orientado es distinta.

Ahora que somos mayores logramos entender el por qué de algunos regaños, insistencias, vigilancias y demás situaciones en que se involucraban nuestros padres y que para nosotros eran exageradas e insoportables. Pero al final aprendimos y seguramente ellos se sienten felices de ver que fue difícil pero lograron su objetivo.

Bueno y relajante seria pesar que todo son sonrisas y satisfacciones, pero todos sabemos que no es así. Estoy totalmente en contra del pensamiento “si a mí me costo, porque dárselo todo fácil a los hijos”. Mi pensar es: “Si a mí me costó… hare todo lo que esté a mi alcance para que a ella le cueste menos”. Lo mejor de todo es que cuando reconocemos que solo hemos sido reclutados para cuidar de los hijos de Dios y se los entregamos a Él, Él es el que se encarga de todo.

Es inevitable que nuestros hijos lloren, fallen o sufran en algún momento de su vida. Eso seguramente va a suceder. Pero nuestro trabajo es estar allí y decir viene algo mejor, o esto también va a pasar. Y seguramente así será… toda herida sana si es cuidada y vendada.

El día que los vemos por primera vez cara a cara queremos que el mundo se detenga en ese preciso instante y toda la humanidad contemplen nuestro tesoro. Y así será por siempre. Siempre serán la niña de nuestros ojos.

Existe mucha literatura que nos guía y en base a experiencias ajenas nos pueden ayudar a realizar nuestra labor de padres de mejor manera. Principalmente nos enseñan que lo más importante es fundamentar la vida de los pequeños, desde muy temprana edad por cierto, con valores y principios que le ayudaran a ser la clase de personas que esperamos que sean.

Bien sabido es que los hijos son el espejo del hogar. ¿Somos lo que queremos que sean nuestros hijos de adultos? ¿Somos dignos de ser imitados por ellos? Creo que antes de educarlos a ellos debemos examinarnos y así saber en donde requerimos mayor esfuerzo. Lo difícil no es enseñarles a ellos, ellos aprenden por imitación, lo difícil es ser un modelo a seguir.

Lo que nuestros hijos escuchan de nosotros, aún cuando son bebés, va quedado en su subconsciente y esas palabras son semilla para su alma que a su tiempo darán fruto. Bueno o malo, pero lo darán. No hay palabras que tengan mayor peso en la vida de una persona que las que escucha de sus padres. ¿Qué sale de tu boca? ¿Miel o hiel?

Los niños pequeños en sus inocentes juegos representan escenas de su vida cotidiana. Date una vuelta de vez en cuando a la hora del juego y observa que es lo que ha observado de ti. Quizá te sorprendas. Un niño suele ser muy observador y receptivo. Cuando creas que no te ve o escucha, asegúrate porque es probable que si lo hace.

Es de suma importancia hablar con la verdad todo el tiempo a los hijos. Un ejemplo simples pero que lleva consigo una gran enseñanza es que los niños sepan que no existe Santa Claus, que es un personaje de la época navideña tan lindo y carismático como Rodolfo el Reno o Frosty, pero que sepan que del fruto del trabajo de todo un año, son sus padres los que le darán regalos, no Santa, sus padres. Sabrán realmente el significado de trabajar y aprenderán a valorar el esfuerzo que ellos realizan.

Debemos preservar su inocencia a toda costa, que sean niños todo el tiempo que deben ser niños. Es nocivo para las niñas el ser vestida y ataviadas como pequeñas mujeres… está bien si ellas se visten con nuestra ropa y zapatos como parte de un juego, pero que sus atuendos cotidianos sean de pequeñas modelos merman su infancia. O que los varones desde pequeños sean enseñados con la frase “los hombres no lloran” o “sólo saludan de mano” o impedirles mostrase afectuosos, eso solo los convierte en insensibles, no en hombre formales.

Instruye a tus hijos por el buen camino y cuando sean adultos sobre el caminarán. Enseñarles a los hijos sobre su creador y cuan amados son por el Padre es el principio del éxito de nuestra labor paternal. Que sepan que Jesús les ama y dio su vida por ellos, para que vivan felices y sepan quienes son. Eso es instruir al niño en su camino. Aprovechemos situaciones simples del día para dar grandes enseñanzas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

YA AMANECIO

Un suave viento recorre el jardín. Las hojas de los helechos se mesen y susurran entre sí dando la más cordial bienvenida a los primeros rayos del desaparecido sol. Aún es posible contemplar el rocío que se ha formado sobre las plantas; geranios, lirios, rosas, jazmines y violetas han vestido sus bellos pétalos con delicadas gotas cristalinas.

Aún está obscuro, pero un tímido rayo de sol ha iniciado su recorrido iluminando el sendero de la entrada. Poco a poco todo irá cubriéndose de luz.

Los jilgueros en sus nidos sacuden sus alas y dan sus primeros trinos al viento saludando al cielo. También saludan a sus vecinos los ruiseñores, quienes están preparando a sus pichones para iniciar con sus clases de vuelo para que a su tiempo puedan abandonar el hogar.

El tímido rayo de sol ya ha avanzado por entre el jardín ¡ha ampliado su tamaño! Ha tomado para sí el territorio y está dispuesto a conquistar el terreno en su plenitud. Su luz ya ha logrado separar el día de la noche, la naturaleza lo sabe y se prepara para el esplendor del nuevo día.

Las trabajadoras hormigas, perfectamente formadas, desfilan desde su complejo hogar hasta el otro lado del jardín, donde han encontrado un delicioso fruto que ha caído del peral. Cada una marcha con una misma misión y una sola visión por la que está dispuesta a dar su mejor esfuerzo. Son un solo equipo, un solo cuerpo, una sola mente; fuertes y responsables.

El pequeño rayo de sol ha llegado a inmediaciones del fresco jardín y ha crecido en su transitar por el mismo. Una mariquita se ha posado sobre una hoja de lirio, para tomar un delicioso baño de sol antes de iniciar el vuelo matutino. Sus vívidos colores sobre el verde esmeralda, es tan contrastante que es imposible pasar desapercibida a pesar de su tamaño. A su lado reposa una cristalina y pacifica gota de rocío; estática y diáfana.

Ha transcurrido solamente un momento y el jardín ya rebosa de esplendorosa luz. Un concierto de avecillas y pequeños insectos inunda el ambiente, dan la gloria a su creador por la provisión del día y el refugio nocturno; coronando al sublime amanecer.



¡Ya amaneció!

(Salmo 40:5)

viernes, 2 de septiembre de 2011

Yo soy patriota

Yo soy patriota y NO del partido político, (quede subrayada y resaltada dicha aclaración).

Yo soy patriota porque digo y escribo Guatemala y no Guate. Mucho menos utilizo la terrible frase “de Guatemala a Guatepeor”. El nombre nos da identidad, dice quiénes somos y nos define como individuos. Lo mismo es con una nación.

El nombre Guatemala hace alusión a la verdocidad de su territorio: "lugar de los bosques". Cuyo gentilicio es guatemalteco: oriundo de Guatemala. Cuando chapín es un zapato antiguo que debe su nombre de la palabra árabe “chipin” que era del material con el cual se elaboraban dichos zapatos y que en español significa alcornoque, un árbol, pero por extensión también se usa para nombrar a las personas ignorantes y groseras. (Fuente: Diccionario de la Real Academia Española, Vigésima Primera Edición). Explicado esto puedo decir con mucho respeto y honor que soy guatemalteca y NO chapina.

Soy patriota porque aún cuando no puedo decir que disfruto de un concierto de marimba, sí reconozco que es un instrumento digno representante de un pueblo inteligente y creativo; qué trocitos de madera generen tan bello sonido, es todo un arte.

Quizá no sepa el nombre de muchas piezas de marimba, pero mi corazón se emociona con tan sólo escuchar las primeras notas de nuestro Himno Nacional (uno de los más bellos reconocido mundialmente). En ocasiones al entonarlo con mi mano derecha sobre mi pecho cercana al corazón, mis ojos se humedecen al pronunciar su estrofa final:

“¡Ojalá que remonte su vuelo,

más que el cóndor y el águila real!

y en sus alas levante hasta el cielo,

Guatemala, tú nombre inmortal.”

Es un sentimiento de pertenencia y cierto orgullo el que embarga mi ser. No importando el lugar en dónde este ya sea un teatro, un acto escolar o protocolario, la radio o la televisión. Pero eso sí, jamás aplaudo, porque como sabrán los himnos no se aplauden (esto último sólo por cultura general lo digo).

Aborrecí las versiones que algunos compatriotas crearon, en las que fuera de demostrar su amor a la patria, ridiculizaron el escrito de Palma y la musicalización de Ovalle, que seguramente agradecieron estar muertos antes que escuchar semejantes aberraciones. Sonreí el día que las retiraron de las radios y demás medios de difusión. Quiero pensar que declararon tal acto como delito y un severo castigo a quien tal cosa haga.

Yo soy patriota porque pago mi boleto de ornato y no tiro basura en la calle. ¿Alguno deja de pagar el servicio de extracción de basura de su vivienda ó tira basura en el piso de su sala, ó abre la ventanilla del automóvil y tira el pañal de su hijo en el garaje de la abuela? ¡Guatemala es la casa de todos! Realmente debemos cuidarla como el hogar que es.

Yo soy patriota, y no porque coma Tortix ® o tortilla con sal. Yo soy patriota, y no porque coloque un banderita en la ventanilla de mi auto durante septiembre “el mes patrio” o luzca una camisola representativa del equipo guatemalteco en un partido de fut bol. Yo soy patriota, y no porque en mi imagen de perfil de cualquiera de las redes sociales coloque una banderita albiceleste durante todo el mes. Yo soy patriota, y no porque cante a todo pulmón Luna de Xelajú o El Grito (canción que abiertamente reconozco que no sé).

Yo soy patriota, porque creo en mi país y en su gente. Gente creativa y productiva, gente que se merece la oportunidad de creer en ella y capacitarle. Gente que en su mayoría compensa la falta de educación con visión. Trabajadora y de buen ánimo.

Yo soy patriota porque pago mis impuestos, no doy mordida y no muevo influencias. Me indigna y enferma el enterarme que por ganar dinero se vende la conciencia y la integridad. Que diciendo con la boca amo a mi país y a mi Dios, con las manos reciben dinero mal habido disfrazando el acto de trabajo honrado. Yo soy patriota porque oro por mi país, sus gobernantes y su pueblo.

Yo soy patriota porque en lugar de gritar, estando sobre mis pies y mis manos halando una camisola de la selección “Guatemala, Guatemala” o “Vamos Guate”, me arrodillo y con mis manos alzadas hacia el cielo digo “Sana nuestra tierra”

Sin ánimo de ofender a nadie escribo lo anterior, es más, felicito al que hace todo lo que yo no hago, lo que hago y aún más, para él o ella mi respeto y admiración.

P.D.:

Este 11 de septiembre antes de ir a votar ora. Pero no ores porque gane el candidato por el que votaras, si no basándote en 2 Crónicas 7:14 : Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. (RVR1960)