Desde el primer día sabíamos que esto tendría un final. Todo inicio hace un mes, un viernes grandioso lleno de color y luz.
Nunca pensé que este mes podría estar lleno de momentos de emociones al máximo. Algunos días las alegrías fueron inmensas y otros las tristezas se hicieron presentes. Mis expectativas fueron creciendo, y siempre me diste más razones para estar al pendiente ti.
Cada día busqué dedicarte un tiempo para saber de tus triunfos y fracasos, algunas veces no pude acudir a nuestras citas pero aun así te esforzaste por hacerme feliz en las siguientes ocasiones.
Hace cuatro años te vi un solo mes, y fue suficiente para esperar nuestro proxima cita. Esta vez te disfrute más que nunca, mi pequeñita también aprendió a celebrar tus triunfos y esas escenas jamás las olvidaré.
Te amé por un mes, pero los dos sabíamos que tendría que llegar el final. Pero qué final. Mejor aún que el inicio. Supiste reservar lo mejor al último. Hoy que llego a su término nuestro idilio, guardé nuestros bellos momentos en espera de poder disfrutar de ti en un nuevo escenario.
Hasta pronoto, sábelo muy bien, para mí no hay futbol los próximos cuatro años, mi amor vuelve únicamente con cada mundial.
