ESTRELLAS FUGACES

Hará un poco de tiempo que conversando sobre los mejores amigos escuche una frase que aún resuena en mi mente y que me ha llevado a pensar en lo dichosa que he sido.

“Uno tiene un mejor amigo en cada etapa de la vida”.

De tal modo que al revisar cada etapa de mi vida me tope con que no he tenido un mejor amigo, he tenido varios y en verdad han llegado a ser más que un hermano en tiempo de angustia. Sin desmerecer la importancia que tienen los hermanos, en verdad los amigos pueden impactar una vida trascendentalmente. Ya me tomare un tiempo para escribir de la familia, porque valla que hay mucho que decir, pero me falta el tiempo.

A, los amigos!, pequeña palabra para tanto que describir; partamos del término en sí. ¿Qué es un amigo? No es acaso una persona con quien se tienen inquietudes en común, cuando se disfruta de las mismas actividades, comidas, etc. Podría decir que una mistad se da en el momento en que dos personas están dispuestas a compartir parte de su vida con otra. La amistad se da en las diferentes etapas de la vida y su trascendencia varía dependiendo de las vivencias y la inversión que se ha hecho en ella. Si inversión. Se invierte tiempo, energía, recursos, sentimientos, paciencia, conocimientos, lágrimas y risas. Todo es una inversión con el fin de que sea duradera.

Cada etapa de nuestra vida tiene momentos cruciales. El bebe que da sus primeros pasos o dice sus primeras palabras ha saltado de una etapa a otra y es crucial el que supere la anterior con éxito con el fin de madurar y llegar a otro nivel.

El mejor amigo. Titulo extremadamente poderoso. ¿Quien se convierte en nuestro mejor amigo? Quizá fue aquella chiquilla de anteojos y cabellos rubios que sentó al lado tuyo el primer día de clases en el Kínder; ese primer día en que había tantas cosas nuevas que no sabias cual escoger como tu favorita. Esa chiquilla que sorprendentemente también seria tu compañera de asiento en el autobús escolar, que maravilla podríamos seguir en el bus.

O la chica genial, de buen humor y linda sonrisa. Dispuesta a llevar culpas junto a su buena amiga. Una chica que un día decidió cortarse su cabello igual al tuyo, sin duda existía una muy grande amistad. Una linda chica que se sentó a tu lado en el salón de clases por un tiempo. Sin lugar a dudas la consideraste tu mejor amiga por mucho tiempo. Ella sabrá que lo era, el lugar tan importante que ocupo en tu vida? ¿Alguna vez se lo hiciste saber? Quizá no, pero lo era.

Tal vez sea la chica con la que jugaste a la pelota en le recreo, con la que compartiste más que una refacción. La primera noche fuera de casa, donde compartiste con su familia y el gato. Con la que comparte hasta un apellido. Quizá no lo sepa pero fue triste su partida. Dejo un vacio realmente grande.

Sin lugar a dudas, existieron muy buenos momentos con otras personas en ese tiempo, pero siempre hay alguien en especial para cada etapa. Quizá la mejor amiga sea la primer jovencita que te hablo al cambiar de sección en 6to. grado. Después de más o menos 6 años de compartir con las mismas niñas, esta vez es un salón diferente. Pero esa jovencita de ojos claros, anteojos y cabello largo y liso, te hablo y te hiso sentir su amistad. Ni hablar de las otras chicas del salón que te invitaron a compartir con su selecto grupo… aunque ellas mismas se llamen las Inútiles, pero que realmente son personas geniales y dignas de ser admiradas.

Y como olvidar a las gemelas, que sin ser hermanas compartían más que un nombre. Era lindo estar con ellas y reír en los ensayos de las aburridas obras de teatro de pasillo. Nunca hubo ni habrá globolistos más coquetos. Los primeros novios, las primeras fiestas, incluso el ensayar pasos de baile antes de la tan esperada Kermes. Y la chica esbelta que siempre tenía una aventura que compartir, si lugar a dudas la más atrevida. Con sus cabellos rojizos y uñas largas. Que compartió contigo su almohada, todo por una causa noble, terminar la tarea. Podría decirse que la investigación de los mayas más divertida de la historia. Personas que realmente se merecen el ser llamadas únicas.

Podría ser la que compartió una visión, un objetivo por un hermoso tiempo. Con la que hacer locuras como presentar a Cristo Jesús a personas totalmente desconocidas, tocando a sus puertas en una tarde lluviosa, no es tan mala idea. Con la que ver una noche de estrellas fugaces la convirtió en algo fenomenal. Con otra persona no tendría tan magno significado. Con la que llorar ya no era problema; quizá con la que se dieron los más grandes conflictos existenciales, con la que una discusión era realmente importante. La que dejo un gran vacío, la que nunca debiste dejar ir, pero que de forma un tanto providencial ha vuelto.

O las tres chicas que al llamado de emergencia se hicieron presentes, aun por vía telefónica, con tamales y botella en mano, dispuesta a reír y llorar según fuera necesario. Las que incondicionalmente, aun en tus errores, demostraron lo magnánimas personas que son. Las que no importando que su palabra quedara en mal, te dijeron si, y brindaron su ayuda en el momento requerido. Aun cuando la distancia se ha hecho sentir, han sabido vencerla y estar allí, ser realmente más que un hermano en tiempo de angustia.

Y qué decir de los amigos que siempre te dicen cuando estás en un error, o lo acertado de tu proceder. El amigo que desde el principio expreso su cariño a la que pronto nacería. Es más, le nombro ovejita, el cual es utilizado exclusivamente por el. Los amigos que te llaman semana a semana para saber como estas, y que sin importar lo que suceda, sabes que cuentas con ellos, que no importándoles tu frialdad en algún momento, insistieron y oraron por ti.

Estos y sé que aun mas son mis mejores amigos, quizá no sean muchos, y citando a un autor no tengo que dar nombres o apellidos... porque ellos mismos ya se saben aludidos.

En verdad cada etapa de la vida han traído a maravillosas personas, únicas y admirables. Son como estrellas fugaces, que deben ser admiradas mientras están cerca y amadas de por vida.